Por Mauricio Álvarez Mora.
Vecinos y la Municipalidad de Tucurrique decidieron, el 13 de octubre en sesión Municipal, cerrar el Proyecto Hidroeléctrico La Joya. Funcionarios municipales, acompañados por la comunidad, procedieron a sellar la entrada del Proyecto. Los vecinos también procedieron a firmar una nota recogida por el Delegado Cantonal de Policía para presentar al Ministro de Gobernación sobre la situación y donde dejaron claro su oposición a la continuación del proyecto.
Desde ese momento, un grupo de vecinos permaneció en las puertas del proyecto para impedir que se continuaran las obras. Esta decisión se debió a que, con el avanzase del túnel por debajo de Tucurrique, las nacientes se fueron secando.
Una cuestionable decisión del Tribunal
Ambiental Administrativo (TAA) reabrió el PH la Joya y con esa decisión el
secamiento de las fuentes de agua que pasan por encima del túnel que construye
la transnacional Unión FENOSA.
Esta resolución se aparta de las anteriores más técnicas de tutela del agua para orientarse a las medidas compensatorias y de mitigación. Así de fácil un poco de presión de España, del ICE, de un abogado y el Ministro privado del ambiente (MINAE) para que las resoluciones cambien de rumbo aseguraron los vecinos. Por este motivo los vecinos metieron un Recurso de Amparo contra el Tribunal Ambiental Administrativo y SETENA pues estas instituciones en lugar de velar por el ambiente o los derechos humanos solo responden al interés de abrir el Túnel.
En la vía penal parece que la presencia del abogado Juan Diego Castro apantaNllo a la jueza de Turrialba para reabrir la obra y la comunidad ni si quiera ha podido leer la resolución que sustenta esta reapertura por no ser “interesados directos.
Mientras tanto esas medidas de mitigación
es un acueducto en la comunidad de Tucurrique para tratar de calmar los ánimos
del pueblo que ve como la bendita inversión extranjera se lleva sus recursos y
su dignidad.
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