Por Mauricio Álvarez Mora
El día de hoy, se anunció en diferentes medios de comunicación que se firmaría el decreto que reglamenta la actividad de incineración de residuos. Esto, a pesar de que sectores de la sociedad civil y diputados tanto del Frente Amplio como del mismo PAC han manifestado e incluso, solicitado vehementemente que no sea firmado aún.
El decreto que ha sido circulado como parte de un proceso participativo no será el que se firme, pues las autoridades responsables, (MINAE-Ministerio de Salud), no han socializado la última versión a quienes lo han pedido, de manera que se desconoce a ciencia cierta el contenido del texto. Sin embargo, en las versiones hasta ahora conocidas, se han señalado importantes errores, que podrían repercutir en la liberación al ambiente de gases sumamente tóxicos y se desconoce si estas observaciones han sido consideradas por los ministros y el presidente de la República de previo a la firma del documento final.
La solución a la gestión de residuos está plasmada en una Ley de la República desde hace más de cinco años, sin que los Gobiernos Locales la hayan implementado. Ahora, como ruta de escape ante su ineficiencia, y tras no haber fomentado el reciclaje, la separación, la reutilización, el compostaje y demás buenas prácticas de manejo de residuos, un grupo de alcaldes presiona para que se dé luz verde a una actividad que solo ha traído consecuencias nefastas en los lugares donde se ha implementado.
En este sentido, el diputado del Frente Amplio, Edgardo Araya Sibaja, cuestiona sobre si la transformación térmica de residuos (incineración) va a desestimular las prácticas de gestión integrada y si esto afectaría a pequeños emprendimientos de separación de residuos conformados de manera importante por personas jóvenes y mujeres jefas de hogar. El legislador ecologista expresó: “Hemos venido insistiendo a los ministros firmantes y a don Luis Guillermo Solís que no se puede firmar el decreto sin antes cumplir su Plan de Gobierno, donde prometieron promover la gestión integrada casa por casa, urbanización por urbanización, no se puede permitir que las promesas de campaña se conviertan en palabras vacías”.
Firmar este decreto implica incinerar, también, el PACto Ambiental que generó tanto apoyo desde los sectores ecologistas al actual Gobierno durante su campaña. La facilidad de ceder ante un pequeño grupo de alcaldes que presumen de poderosos no fue una razón por la que las personas votantes eligieron a Luis Guillermo Solís como presidente.
De manera que, una vez más, se hace un llamado a no acelerar los pasos hacia una actividad que no va a ser más que el negocio de unos pocos en perjuicio de la salud tanto de las personas como del ambiente.
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