Por Mauricio Álvarez Mora.
Según datos del mismo proyecto de ley, en total las seis plantas geotérmicas generan cerca de 192 MW, lo que significa un 6,9% del total de la capacidad instalada del Sistema Nacional Interconectado. Si se le suma lo que se producirá -165 MW- con estos 3 proyectos estamos hablando de unos 357 MW.
El ICE ha precisado más los datos, pero aunque hemos solicitado esos estudios no se nos han facilitado, sin embargo sabemos que existe un potencial disponible (incluyendo parques nacionales) de 865 MW y 1108 MW para el desarrollo de proyectos geotérmicos para plantas de una o dos etapas de vaporización, respectivamente. Es decir que según el ICE, resta un importante potencial para producir geotermia fuera de parques nacionales. Estas estimaciones parten de la factibilidad técnica y financiera, menor inversión y mayor rentabilidad, pero si se incluyen los costos de la pérdida de parte de los parques nacionales, su potencial para otras actividades y servicios ambientales, sociales y económicos actuales y futuros, cambiarían radicalmente las estimaciones.
Todavía existe mucho potencial fuera. Una decisión de apertura de parques nacionales debe tener estudios serios de por medio que demuestren el potencial geotérmico aprovechable fuera de parques nacionales. Puesto que se ha estimado que el potencial total del país en zonas de óptima vocación geotérmica es de un 19% del territorio nacional, es decir 9,700 km2 (ICE, 1991). Si se resta de esta área 790 km2 correspondientes a los parques nacionales dentro de esta zona de óptimo aprovechamiento, quedaría disponible para el desarrollo geotérmico un área de 8.900 km2, es decir más de diez veces de lo que está dentro de los parques.
Los intentos de abrir los parques nacionales a la explotación energética no son nuevos. Uno de los primeros fue la ley conocida como “Combo Eléctrico”, que otorgaba el 2% de canon al Sinac (Art. Nº 120). Se intentó nuevamente, con resultados negativos, en la Comisión Mixta de Fortalecimiento del ICE (2005-2008), en la propuesta de ley Nº 16.137 en la legislatura pasada y por medio de la propuesta de ley de electricidad aún en discusión (Nº 16.137 Capítulo 14).
La mayoría de estas propuestas de ley fue rechazada porque se trata de una clara violación de la legislación internacional firmada por Costa Rica y violarían el principio de no regresión ambiental, además del precedente que significaría para otras actividades comerciales, como la pesca comercial, la generación de energía hidroeléctrica y la privatización de servicios no esenciales. Tanto las propuestas actuales como las anteriores carecen de una amplia discusión a nivel nacional, donde los interesados demuestren con estudios el costo-beneficio que justifique la viabilidad social y política de esta apertura.
Riqueza apetecida. El ICE ha realizado estudios preliminares en parques nacionales para 15 proyectos hidroeléctricos. La mayor parte de los proyectos se ubica en el Parque Internacional la Amistad, declarado patrimonio mundial de la humanidad. Además, se plantearon diez proyectos en reservas forestales y tres en zonas protectoras (Plan de expansión del ICE, 2001). Según el área de Planeamiento Ambiental del ICE el 56% de potencial de generación hidroeléctrica se encuentra en parques nacionales (10%), reservas forestales y zonas protectoras (15%), y reservas indígenas (31%).
Tema país. El lanzamiento del proceso de diálogo anunciado, que no hace otra cosa que formalizar o generarle condiciones de “civilismo” más apropiadas a las batallas del día a día en la discusión energética nacional, anuncia a diferencia de los anteriores, que se le marcó la cancha al ICE, quien siempre ha sido juez y parte, vende la electricidad, hace los estudios y además cuando es posible evaluarlos, prácticamente están hechos los proyectos. El diálogo no podrá obviar que es negocio para el ICE facturar electricidad y esto deberá estrepitosamente chocar contra la ausencia premeditada de una cultura de ahorro importante.
En ese sentido es acertada la decisión del gobierno de abrir una mesa de diálogo nacional sobre el tema energético y el eléctrico, donde el tema de geotermia será central, pues es una decisión que no solo afecta los parques y sus ecosistemas, sino el derecho de las futuras generaciones a recibir un ambiente más sano y equilibrado.
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