Por Mauricio Álvarez Mora.
Las comunidades de Altamira, Cordoncillo, Longo Mai, Santa María de Brunka, Santa Marta, Peje Cristo Rey, Volcán y otras de Buenos Aires de Puntarenas harán una caminata, el domingo 5 de octubre, para defender la cuenca que los une actualmente amenazada por 3 proyectos hidroeléctricos.
Para la cuenca del Río Volcán se han presentado ya 3 proyectos hidroeléctricos privados: Altamira, Cordoncillo 1 y Cordoncillo 2. Los proyectos Cordoncillo 1 y 2 están siendo gestionados por sociedades anónimas: Industrias Energéticas de Costa Rica, IECR S.A, Grupo HS Energías, GHSE S.A, representada por Mélida Solís Vargas, hija del Fundador de constructora H. Solís, y es esposa de Roberto Acosta el presidente de la constructora. A la empresa H. Solís le adjudicaron, durante la pasada administración, la mayoría de los contratos de conservación vial. La firma obtuvo 13 de los 22 contratos por un total de ¢66.712 millones (Semanario Universidad, 37-9-13). Además el grupo H.Solis gestiona los proyectos San Rafael.
Por otro lado, el PH Altamira pertenece a la Sociedad Hidroeléctrica Altamiera S.A, en la que figura Eduardo Kopper Orlich como uno de los representantes, quien también aparece en la sociedad Convento Energy S.A que gestionan los proyectos Monteverde I y Monteverde II.
Los 3 proyectos en Volcán son parte de los 16 proyectos hidroeléctricos entre Pérez Zeledón, Buenos Aires y Coto Brus. Ante la proliferación de estos proyectos los cantones ya han iniciado un proceso de organización y movilización en defensa del agua que ha incluido debates, foros, encuentros, manifestaciones y búsqueda de apoyo profesional y técnico. Para ello, han conformado Comités de Defensa en cada río y el Movimiento Ríos Vivos. Esta lucha ha logrado concretarse en dos moratorias municipales en Coto Brus y Buenos Aires.
Impactos socio-ambientales en Río Volcán. Según los estudios de impacto ambiental se visualizan afectaciones: a la calidad del agua del río, al aire por polvo, ruido y emisiones a la atmósfera, al paisaje natural incluyendo peligros eminentes para la flora y fauna del sitio, contaminación de aguas subterráneas por posibles derrames, a la calidad del suelo por erosión y deforestación.
Además sobresale el peligro de pérdida de caudal del Río Volcán, ya sobre este río fueron otorgadas dos concesiones de riego que extraen 38 millones de litros diarios de agua. Las hidroeléctricas pretenden dejar sólo el 10% del agua lo que podría significar un grave impacto y conflicto socio ambiental.
A nivel social se ofrecen unos 100 empleos durante fase constructiva (12 meses), pero después se reducirán a 10 empleos en la fase operativa, que consisten en empleos para técnicos profesionales. Esto es similar para cada uno de los otros proyectos.
En los
talleres el
20 setiembre en Volcán y otro en 31
agosto en Altamira realizado por estudiantes del Trabajo Comunal de Kioscos
Ambientales los vecinos y vecinas se mostraron opuestos al desarrollo de estos
proyectos por su posible afectación a la actividad agrícola, ganadera y al
abastecimiento de Agua para la ASADA de Volcán.
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