Por Mauricio Alvarez Mora.
El naciente movimiento ciudadano “Hacia Basura Cero” entregó al Ministro de Ambiente y la Ministra de Salud una carta de apoyo con más de 150 firmas de organizaciones internacionales, nacionales y de ciudadanos en defensa de la moratoria a la transformación térmica de los residuos sólidos.
Este movimiento está conformado, entre otros, por personas de comunidades, profesionales, ambientalistas, profesores universitarios y especialistas en el manejo de residuos preocupadas por la reciente reaparición de iniciativas que buscan incinerar la basura como única alternativa para su gestión.
“Hacia basura cero” quiere promover los principios y espíritu de la Ley para la Gestión Integral de Residuos (Ley Nº. 8839) para un manejo integral y participativo de los residuos y bajo este objetivo, han considerado necesario respaldar la iniciativa del Gobierno que el 27 de junio de 2014, emitió el Decreto Ejecutivo 38500-S-MINAE, que declara la “Moratoria Nacional de las Actividades de Transformación Térmica de Residuos Sólidos Ordinarios”, que estará vigente hasta que exista certeza técnica y científica de que dicha actividad no causará impactos a la salud y al ambiente y se garantice que esta práctica no es contraria a los principios de la Ley Nº 8839.
Para los firmantes: “la producción de bienes debe estar en función de las necesidades humanas sin detrimento de los sistemas naturales. Los criterios económicos se deben subsumir a los ecológicos. Es por esto que la Ley 8839 considera como prioritario reducir, reutilizar y reciclar los residuos generados.”
Aseguran que: “en las plantas de degradación térmica se generan substancias altamente tóxicas que significan un alto riesgo para la salud humana y para el ambiente. En cuanto la tecnología asociada a la valorización energética de residuos (a excepción de la biodigestión) es extremadamente cara y está entre las formas de generar electricidad menos eficientes. Las enormes inversiones de capital que requieren los incineradores deberán ser costeadas por tarifas por parte de los usuarios, y bloquean la inversión en gestión de recursos de baja tecnología, desincentivando el reciclaje así como las políticas de reducción de residuos.”
Para el movimiento: “carece de lógica impulsar un modelo de gestión de residuos que ya se encuentra en retroceso en todo el mundo. Mientras Europa se propone para el final de la década eliminar la incineración de reciclables y compostables, desde los años ´90 en Estados Unidos la cantidad de incineradores ha decrecido continuamente”.
Finalmente sostienen que “existe en Costa Rica la intención y la acción concreta encaminada Hacia Basura Cero, es decir un sistema que asegure una menor generación de desechos y que los producidos sean reincorporados en el ciclo económico, poniendo fin a la disposición de residuos en incineradores, vertederos y rellenos sanitarios. El plan contempla la reducción, el compostaje, el reciclaje y la reutilización de residuos; y los cambios en los hábitos de consumo y en el diseño industrial. El sistema ya partió y se está poniendo en práctica exitosamente en el Cantón de Jiménez en Costa Rica”.
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