miércoles, 13 de mayo de 2015

Agenda marina y silencio presidencial


Por Mauricio Álvarez Mora.

¿Qué habría respondido si la invitación hubiese sido tomarse una "selfi" con las 16 mil o más familias que dependen de la pesca artensanal? O si lo hubiéramos invitado a cualquiera de las actividades donde ha estado el último mes como una inauguración de comedor de kínder, visitas a empresas, exposiciones de arte, guarderías, proyectos de vivienda y hasta una planta de asfalto.

Nos preguntamos dónde están las prioridades del Presidente de Costa Rica, puesto que su respuesta a la petición de quince organizaciones ambientales para reunirse y discutir con urgencia que se concerte una agenda marina nacional fue negativa. ¿La razón? ¡falta de tiempo en su agenda!, así tal cual, el mismo que pedía con vehemencia apenas hace un año en su “entronación” que lo llamaran, que lo corrigieran y un largo etcétera de palabras vacías que se llevó el viento y ahora lo que queda es un silencio de profundidades marinas.

La Presidencia de la República de Costa Rica, omitiendo incluso al cuestionado Ministro de Ambiente, delegó la petición ambientalista al INCOPESCA y al Viceministerio de Aguas y Mares, Costas y Humedales, justamente funcionarios señalados como las responsables de las acciones como el aleteo para exportación, política de camarón y falta de espacios verdaderos de diálogos y por ende de conducir una agenda conjunta.

Al acercarse el cumplimiento de un año de la gestión de gobierno, ante las contradicciones de INCOPESCA, la ausencia de acciones estratégicas del Viceministerio de Aguas y Mares, de diálogo efectivo y transparencia, organizaciones diversas propusieron acciones urgentes en temas de participación, área social, control y fiscalización, ordenamiento del espacio marino, y la insistida y deseada reforma integral del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura INCOPESCA.

Entre las acciones a concertar y coordinar propuestas por el movimiento ambietalista están: la reactivación de la Comisión Nacional del Mar y el respeto a procesos participativos para áreas marinas protegidas, la revisión de la política nacional de aprovechamiento del camarón que generó amplios cuestionamientos, la implementación de la Estrategia Nacional de Control y Vigilancia Marina y el fortalecimiento del Servicio de Guardacostas, la implementación del Protocolo de Coordinación Interinstitucional para la Fiscalización Pesquera y la urgente regulación de tallas mínimas de pesca y comercialización. Mucho contenido dentro de sus promesas de campaña como acoger las peticiones hechas por la Campaña Sí a la pesca sostenible si llegara a ser presidente y el cacareado PACto Ambiental, recurso que usó para captar los votos que apostaron por el cambio reflejado en la posición del PAC sobre los aspectos relativos al ordenamiento pesquero y la conservación marina. (ver: feconcr.org/doc/PACtoambiental)

En el área social y sostenibilidad preocupa que las comunidades costeras engruesan la población en rango de pobreza, mientras cada vez hay más datos científicos, y de las mismas estadísticas del INCOPESCA, que indican agotamiento de recursos marinos, por tanto se exige desde la sociedad civil una estrategia integral a largo plazo para abordar los rezagos socio-económicos en las zonas costeras. No es mediante el otorgamiento de más licencias y explotación pesquera que se logrará mejorar su calidad de vida.

Recientemente más de 15 organizaciones de pescadores artesanales y piangüeros del Golfo de Nicoya, acompañadas por más de 130 firmas de pescadores, enviaron el Informe de control político ciudadano del Sector Pesquero a Luis Guillermo Solís, donde hacen fuertes críticas sobre la gestión del pastor católico que como presidente de INCOPESCA se atrevió a decir que "la pesca de tiburón martillo es de interés científico", las denuncias contenidas en la carta giran al respecto de la entrega de combustible, nombramiento de junta directiva, encubrimiento de mandos medios y jefaturas señalados por aparente corrupción, el proceso para reactivar la pesca de arrastre de camarón, la falta de estudios para el establecimiento de tallas mínimas para la pesca. Por estas razones le piden al Presidente, "de forma respetuosa que considere el nombramiento hecho al presbítero Gustavo Meneses. Aún podemos salvar al sector pesquero de esta situación tan difícil; necesitamos una persona con mucha experiencia para sacarnos adelante”.

Sabemos que ya la gente de las costas no representan votos (por el momento), y de ahí probablemente la falta de premura del presidente en responder al diálogo, ojalá comprenda el costo político de abonar a que las vías de hecho y derecho resuelvan la falta de espacios, transparencia y acuerdo social. Ojalá recuerde porqué fue elegido y para qué le pagamos.

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