domingo, 23 de noviembre de 2014

Balance a mitad del camino: Apuntes sobre el avance del Diálogo Nacional de Energía Eléctrica –DNEE


Por Mauricio Alvarez Mora.

El proceso del  diálogo anunciado para los últimos meses de 2014 vino a formalizar o generarle condiciones de “civilismo” a las batallas del día a día en la discusión energética nacional. Por más de dos décadas comunidades y organizaciones ecologistas hemos buscado el diálogo con el gobierno,  sin haber obtenido respuestas positivas. Es por esto que vemos como una oportunidad sin precedente que el nuevo gobierno convoque  lo que llama “Mesa de Diálogo Nacional sobre energía eléctrica” presentado como “un espacio de debate plural y participativo”. Sin embargo, la duda se mantiene dentro del movimiento ambientalista. 

Compartimos plenamente el espíritu y la voluntad del Presidente de la República, Don Luis Guillermo Solís, y del Ministro de Ambiente, Don Edgar Gutiérrez, de llamar a la sociedad a dialogar, y viene a ser un hito histórico en la debilitada democracia costarricense, pero no podemos dejar de indicar que los temas y la metodología prevista requerían cambios fundamentales para la legitimidad y por tanto éxito del proceso. Por ejemplo, los aspectos “socioambientales” simplemente no estuvieron presentes al inicio, aumenta la duda, y ante nuestra observación se incluyeron, sin embargo lo hicieron junto con el tema tarifario,  sin que exista garantía de que se pueda lograr la profundidad requerida para discutir sobre los impactos que causan los proyectos de generación de todo tipo en las comunidades y sobre los ecosistemas.  

Reconocemos también que se atendió nuestra solicitud de incluir representantes de territorios indígenas de Pacuare y Duchí, de Savegre, Acosta, Guanacaste, el Caribe y de las zonas norte y sur. Le ofrecimos también al Gobierno la oportunidad de realizar dos foros regionales en el norte y sur del país.  Los mismos ya se realizaron y permitieron un primer acercamiento con las comunidades que de manera sistemática han sido excluidas de toda negociación y participación efectiva tanto por el ICE como por las empresas privadas.

Hemos insistido, tanto ante el MINAE como ante la Presidencia, en que el punto de partida básico para exista un verdadero diálogo es garantizar la igualdad de condiciones y para esto es indispensable tener información comprensible para toda la sociedad.  Porque décadas de negativa a la concertación también han sido décadas sin transparencia, el poco acceso que se ha tenido ha sido a información ya sea técnica de difícil interpretación y poco o nulo análisis,  o bien que ya está dirigida o predispuesta para inclinar la opinión hacia los intereses involucrados. 

En el marco de este llamado gubernamental al diálogo, una vez más hemos solicitado información  específica del ICE.Sin embargo, no hemos obtenido respuesta ante nuestra solicitud de información específica del ICE y tampoco respuesta, entre otros, a serias dudas inquietudes y carencias que encontramos, que remitimos al MINAE. 

Evidencia de falta de rectoría. Para nadie es un secreto que el ICE ejerce la rectoría en la práctica del tema eléctrico y el MINAE no tiene la capacidad para “sacarle” la  información ICE, que por décadas le hemos solicitado, de la calidad requerida para poder proponer y discutir alternativas para la generación eléctrica desde una visión sustentable.  

Para el movimiento ecologista, este sector “energía” del MINAE  ha sido históricamente un enclave del ICE, de RECOPE y de la CNFL, que desde el propio MINAE, ha defendido los intereses empresariales de estas entidades, imposibilitando y soslayando el ejercicio de la Rectoría desde el propio MINAE. El propio Ministro Gutiérrez Espeleta ha hecho pública esta falencia institucional del MINAE. 

Asimetrías. Ante nuestro cuestionamiento relacionado con la representación y proporcionalidad en el diálogo fueron incluidos 3 representantes locales de Guanacaste, Zona Norte y Zona Sur, dos de ONG´s ambientalistas, ARA y FECON,  frente a 50 representantes de otros sectores, la gran mayoría de ellos participantes del “negocio de la energía eléctrica”, donde  figuran en las listas de invitados la transnacional Unión FENOSA y sin estar en las listas la Embajada de los Estados Unidos. 

Diálogo ICE - comunidades y ecologistas.  En el arranque del diálogo convocado por el gobierno, los sectores comunitarios y ambientales solicitaron información al Presidente Ejecutivo del ICE y ofrecieron la posibilidad de establecer un intercambio sobre proyectos hidroeléctricos privados y públicos que son de preocupación para las comunidades representadas. El Presidente Ejecutivo del ICE  estuvo anuente a la solicitud. 

¿Quién defiende el ambiente? Una vez más y como es usual, recae sobre la representación comunitaria y ecologista la responsabilidad de cumplir con las tareas y rol que debería tener el SINAC, SETENA, AyA, Municipalidades, y otras instancias estatales. 

Uno de los grandes ausentes en el diálogo ha sido el mismo MINAE. El ente rector, pareciera haber olvidado su rectoría en varios temas cruciales de su gestión. Las discusiones del diálogo energético no tienen presencia de la rectoría en Aguas, tampoco de la rectoría en Conservación, SINAC o Consejo Regionales (CORAC) y mucho menos de la de Ordenamiento Territorial. Y aunque suene incomprensible tampoco hay una presencia institucional de la rectoría en Cambio Climático. 

La presencia del MINAE ha sido, en cambio, como “facilitador” del diálogo, la Viceministra de Energía se ha hecho acompañar en este proceso de funcionarios del sector Energía del MINAE para cumplir sus papeles de “mediadores”, facilitadores y apoyo técnico. 

ICE “juez y parte”. Cuando el presidente de la República hizo el lanzamiento del proceso marcó la cancha al ICE, señalando que siempre ha sido juez y parte, reconociendo que por razones de capacidad institucional del ICE ha tenido la rectoría del sector en la práctica y esto se ha materializado en lo político pues  son empleados del ICE los que cada cuatro años cambian de camiseta y se convierten en MINAE y  luego vuelven a su plaza en el ICE. No entendemos donde quedaron las intenciones del presidente en la práctica. En el Diálogo Energético abundan los funcionarios del ICE. 

Eficiencia en la generación. Para el sector ambientalista y para las comunidades es relevante el establecer políticas gubernamentales de ahorro, que tengan como referente metas concretas de reducción de consumo de energía eléctrica, por ejemplo con medidas concretas relacionadas con el alumbrado público,  la sustitución de calentadores de agua por calentadores solares entre otros.   Todo lo anterior requiere el alineamiento del sector gubernamental: la asignación de recursos, la inclusión con metas en los planes anuales y presupuestos de las instituciones. 

¿Y la innovación? El país ha invertido poco en investigación de nuevas alternativas, como por ejemplo el hidrógeno,  así como  en la búsqueda de tecnologías eficientes que permitan hacer más compatible la generación con los objetivos de eficiencia y de reducción del impacto ambiental y social. 

Generación distribuida. En la tercera sesión del diálogo energético sobre generación distribuida aprovechamos para fijar puntos sobre el tema y la metodología conceptual del foro. 

Si bien se reconoce que la generación permite socializar la producción de  energía, sin embargo, una excelente posibilidad para dimensionar, discutir y valorar las energías renovables se convirtió una sesión de “negocios” orientando la sesión de trabajo hacia la “generación distribuida”. La oportunidad real de discutir mecanismos para incentivar el autoconsumo de energía y de planificar una medida de adaptación nacional al cambio climático, se focalizó en cómo “no perder el negocio de la energía”. 

Energías renovables: un síntoma más de la debilidad central del diálogo energético. El Diálogo, metodológicamente, no ha querido entender que “seguir pensando en gastar y producir  más para mercantilizar las llamadas energías renovables, es seguir actuando igual ante la verdadera crisis, que es la climática” señaló Jorge Polimeni, de la Alianza de Redes Ambientales. El punto de partida sobre energías renovables, debió ser la transformación energética que debe vivir la sociedad en general y como socializarlas efectivamente logrando incluir todas las formas de generación como tal y no sólo algunas,  que en el caso de estas sesiones, fue la solar. 

Más ausencias. Fue notoria la ausencia de una importante gama de emprendimientos productivos relacionados con energías renovables que existen en nuestro país. Desde PYMES de rama metalmecánica que construyen, instalan y venden diversos tipos de dispositivos colectores solares hasta múltiples empresas que importan, promueven e instalan dispositivos solares. El Diálogo energético da con ello una muestra de apoyo a la presencia de grandes capitales nacionales y transnacionales ¿olvidándose? de las PYMES nacionales promotoras de un mejor futuro energético y social en el país, y de desarrollo económico autónomo y nacional. 

Sin justica social no hay democracia energética. No se puede pensar que en un país con más de un millón de pobres la generación distribuida -a pequeña escala y con medios propios- vaya a significar democratizar la energía, más bien puede ser una puerta para debilitar más el modelo social eléctrico alentando las bases de un modelo individualista, sin solidaridad ni universalidad. 

Si bien aplaudimos que el autoconsumo puede ser una herramienta para concientizarnos sobre el uso y el costo de la generación eléctrica, debe plantearse en forma creativa para mantener la solidaridad del modelo y servir para quitarle la presión a otros recursos estratégicos como ríos y parques nacionales.  

¿Para qué y para quiénes se necesita producir electricidad? Este tema de generación distribuida debe ser abordado en una ley como tal y no seguir fortaleciendo la lógica que ha permitido que desde resoluciones e interpretaciones de ARESEP se abran las puertas a nuevas formas de producir, consumir y vender energía. Es claro para el movimiento ecologista, que aunque estas resoluciones de ARESEP pudieran ser legales y apropiadas administrativamente, el papel de los órganos de regulación no puede ni debe suplantar a las de los poderes de la República y que sus resoluciones, legales y administrativamente apropiadas no pueden ir en detrimento de las instituciones públicas y el modelo solidario. 

Voces comunitarias. Para el representante de Movimiento Ríos Vivos, Luis Monge, es prioritario que se coloque la protección de los ríos en la agenda nacional, y que se discuta sobre el ahorro eléctrico, más que de eficiencia. Además, este movimiento ha manifestado que la defensa de los ríos y el rechazo a los proyectos hidroeléctricos son objetivos que no se están negociando en este proceso. 

Siguen la misma línea las expectativas de Jansy  Fernández, lideresa comunitaria de las Vegas de Acosta, quien recalcó que por primera vez las comunidades afectadas por el modelo eléctrico tienen voz y oídos (ver entrevista completa).  Desde años atrás, las comunidades de Las Vegas y Bijagual de Acosta vienen  luchando contra la intensión de la empresa “Hidroenergía del Pacífico” S.A  de construir el Proyecto Hidroeléctrico Parritón. 

Para el presidente de Unión Norte por la Vida, Otto Méndez, es  un espacio valioso para discutir no sólo de eficiencia si no para qué y para quién producir energía 

Y desde el sector ecologista, Osvaldo Durán, representante de FECON, señaló que en principio la metodología de este diálogo no fue diseñada para abrir un espacio efectivo y real de participación ya que fue  necesario reclamar la presencia de comunidades afectadas por proyectos e  infraestructura  a través de  una negociación realizada con el Presidente de la República y el Ministro MINAE. Sin embargo, sí considera el Diálogo Energético como una oportunidad que hay que tomar para impulsar un nuevo modelo más integral de planificación energética que dimensione y disminuya impactos ambientales, sociales y culturales. 

Estamos acudiendo al Diálogo Nacional eléctrico conscientes de que los 30 años de lucha a favor del uso sostenible de la naturaleza y por tanto en contra de la construcción innecesaria de más represas en el país han instituido una moratoria civil y ciudadana. Nuestra participación no quebrantará las posiciones de las comunidades y las organizaciones sociales para hacerle frente a un sector productivo público y privado de voraz apetito por los recursos naturales, dispuestos a dejar para la sociedad la “depreciación de nuestro capital natural”.



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