lunes, 6 de febrero de 2017

En Ecuador arrecia la represión contra colectivos indígenas y ecologistas


Por Mauricio Álvarez Mora. 

En Ecuador arrecia la represión contra colectivos indígenas y ecologistas, sin embargo, han sabido convertir la amenaza y la agresión en fuerza para transformarse y vigorizarse. Acción Ecológica ni se cierra ni se disuelve  ¡se fortalece!

Desde el Ministerio del Interior de Ecuador, “correa” que une las autoridades gubernamentales con las empresas chinas que hacen minería y buscan petróleo, se acusó a la organización Acción Ecológica (AE) de “desviarse de los objetivos para los que fue creada, respaldando las acciones y hechos violentos por la comunidad indígena Shuar.”

¿Con qué cara se hizo esta acusación cuando es el gobierno mismo el que envió un fuerte contingente militar y policial armado, incluso con tanques y helicópteros, para desalojar a los pobladores con el triste saldo de un policía muerto, varios Shuar heridos y varios líderes indígenas presos? Parece ser más bien que fue el Ministerio del Interior el que se desvió de su misión, al ordenar la militarización y “estado de excepción” a favor de la megaminería a cielo abierto en territorio ancestral de la nacionalidad Shuar, violando el derecho internacional como el Convenio 169 sobre los pueblos indígenas y tribales.

Acción Ecológica (AE) no se ha desviado de su propósitos en sus 30 años de resistir todo tipo de gobiernos, empresas y presiones, y la gestión del presidente Rafael Correa ha sido una más, a pesar de su discurso progresista.

Durante los 10 años de mandato de este gobierno, se han contabilizado unas 60 agresiones, de cuales más de la mitad ha sido realizadas por el Estado, afirma la organización entre las que incluyen: hurtos, amenazas, agresiones físicas (incluyendo una de índole sexual recientemente ocurrida), intimidaciones (incluso con armas), un sabotaje que es considerado por la organización como intento de asesinato, vigilancia en la sede de la organización y viviendas de familiares, registro en informes de inteligencia, seguimientos, infiltraciones, intentos de judicialización, detenciones en el marco de movilizaciones pacíficas, toda suerte de insultos y descalificaciones y dos intentos de disolución.

En 2009 el gobierno de Correa realizó el primer intento de disolución de AE, sin éxito y lo que provocó fue una enorme protesta nacional e internacional y el más reciente intento de disolución fue en diciembre de 2016, justo cuando días antes, la AE solicitó ante la ONU que una Comisión de Paz y Verdad investigara las violaciones a derechos ocurridas en la Cordillera del Cóndor. En esta región fronteriza con el Perú, al sur de la Amazonía ecuatoriana, se construyen actualmente dos importantes megaproyectos mineros: “Mirador” y “Panantza- San Carlos”, ambos de propiedad del consorcio estatal chino. Este nuevo intento por acabar con Acción Ecológica tampoco cumplió su objetivo.

Pero AE no ha sido la única organización a la cual se ha intentado disolver, el caso de la Fundación Pachamama ha sido desafortunado, en diciembre de 2013 fueron clausuradas sus oficinas por la policía, y a partir de una resolución del Ministerio de Ambiente se disolvió dicha organización(Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), 04-12-13).

Al discurso de Correa se le acaba el progresismo donde empieza el extractivismo, porque para el gobernante “para salir del extractivismo hace falta más extractivismo”, y ante la baja del precio del petróleo Correa profundizó la minería a cielo abierto de la mano del gobierno y empresas Chinas. Algo similar está por suceder en Venezuela, con la expansión en la Franja Minera.

En Ecuador, China es el mayor inversionista-prestamista y de mayor penetración empresarial así como la principal constructora de megaproyectos, todo esto no puede llamarse más que neocolonialismo bajo la forma de ventas anticipadas de materias primas.  Son calificados como contratos a largo plazo, implican una exportación de materia prima a cambio de desembolsos anticipados de parte de China y con tasas de interés que varían pero que sin duda no son las más bajas del mercado, y además, esos créditos son para pagar las obras de infraestructura que las mismas empresas chinas realizan sin licitación.

Vemos muchas similitudes en Costa Rica donde hemos sido testigos de los intercambios de aletas de tiburón y carreteras, bonos de la deuda, refinería, cárceles y negocios por al menos un estadio de fútbol. ¿O son acaso espejismos? ¿Existe la suficiente transparencia para determinarlo?

Volviendo a Ecuador, se le olvida a su gobierno que, en la Nueva Constitución, la naturaleza tiene derechos, y que esos derechos incluyen a los defensores de la naturaleza. Que la criminalización de ecologistas nunca ha dado buenos resultados.

El colectivo Acción Ecológica ha sido en su larga trayectoria un híbrido social entre movimiento y organización que ha experimentado y enriquecido un discurso y sobre todo una práctica de trabajo exitoso, muy horizontal con comunidades, organizaciones nacionales y con mucha vinculación internacional. De hecho, su metodología, conocimientos y ejemplo es un referente del ecologismo latinoamericano y también internacional, y esto tiene a todos los ojos del mundo sobre el desenlace del caso.

Lo que se resuelva en este caso será un precedente para todo el movimiento ecologista regional, pues disolver la estructura legal de derecho no implica que puedan eliminar un movimiento, más bien puede ser un paso más adelante para superar el “ONGismo” y fortalecer la organización de hecho ecologista aún más amplia, autónoma, con más base y legitimidad. Parece que esto es lo que necesita la sociedad, para estos contextos cada vez más hostiles. Esta legalidad la otorga el metabolismo y la lucha social, no las leyes del estatus quo. 

Se elimina la figura legal, más es imposible eliminar la resistencia a megaproyectos. Resistencia cimentada en las comunidades indígenas, campesinas, ecologistas, opinión pública, y movimientos sociales en Ecuador, América Latina y el mundo. Esto sucede en todos los lugares donde las personas y comunidades afectadas, los más débiles, siguen siendo víctimas del “desarrollo”, sea este de derecha o de izquierda. Donde haya un megaproyecto, esté donde esté, habrá gente y ecologistas defendiendo derechos humanos y derechos de la naturaleza. Porque no se puede aceptar más el desarrollo depredador. 

El gobierno Ecuatoriano parece ignorar las leyes de la energía. En lugar de destruir y disolver, está fortaleciendo y haciendo crecer la Acción Ecológica pues la energía humana que engendró, alimentó y vio crecer este colectivo tiene raíces ancestrales y profundas nutridas con amor, solidarias y cariño que hace indestructible y resistente, pero sobre todo una cualidad única de resiliencia que transforma el odio y la agresión en fuerza vital y brío para abonar la lucha ecologista y de los pueblos indígenas.

Publicado en:

https://www.informa-tico.com/6-02-2017/ecuador-arrecia-represion-colectivos-indigenas-ecologistas

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