jueves, 1 de septiembre de 2016

Minería y tajos amenazan la Cuenca Río Blanco*

Por Mauricio Álvarez Mora.

La cuenca de Río Blanco y sus comunidades han visto un incremento en las concesiones y solicitudes para explotar tajos, canteras, y zonas de concesión pública. Las comunidades que habitan la cuenca están preocupadas por los impactos que se puedan dar, tanto en la seguridad de quienes transitan los caminos, especialmente escolares, como por los impactos en la salud, y eventualmente en los ecosistemas de la zona. También hay un posible aumento de la sedimentación en la desembocadura del actual puerto de Moín.

Entre las preocupaciones más importantes de los vecinos y la ASADA está el número diario de movimiento de materiales que se hará, los cuales de alguna forma deberían ser calculados por las empresas que pretendan desarrollar estas actividades.

Desarrollar solamente dos de los proyectos planteados, implica en conjunto 120 viajes diarios de vagonetas, lo cual pone en riesgo a los estudiantes de las escuelas de Liverpool, Río Blanco, Quito, Las Brisas y el Peje.

Quienes transitan diariamente por estos caminos, los cuales no tienen ninguna medida o infraestructura para la seguridad. Fernando Bermúdez, Gerente de la ASADA de Río Blanco, confirmó el impacto para la ruta de Río Blanco: oír audio.

Otro de los impactos que mencionan las comunidades, es el riesgo para la tubería de la ASADA, que corre paralela a la calle. En la cuenca se cuenta con dos acueductos: uno ubicado en la parte alta ASADA Las Brisas, Peje y Quito; y otro ubicado en la parte baja ASADA Río Blanco, Liverpool y Limón 2000. Esta tubería, esencial para comunidades aledañas, estaría en riesgo diariamente con el tránsito permanente en el contexto actual.

Además, se está dando el incumplimiento del Plan de Gestión Ambiental planteado por la empresa en el Estudio de Impacto Ambiental, aprobado por SETENA.

Las deficiencias en el EIA han sido evidentes en relación al impacto socioeconómico negativo, según se desprende de un estudio realizado por Fernando Bermúdez, el gestor Ambiental en la ASADA de Río Blanco, Liverpool y Limón 2000.

Según plantea el estudio, en la provincia de Limón existen 42 concesiones para explotación en cauces de dominio público (CDP) y cuatro canteras con permisos, al mes de Agosto 2016. En la cuenca de Río Blanco, que pertenece al cantón de Limón, se ubican en total cinco proyectos mineros, dos en ríos y tres en canteras. De estos, únicamente un proyecto cuenta con una concesión otorgada para su debido funcionamiento. Según lo establece el Código de Minería, este proyecto es el 12-2008, perteneciente a la empresa Acarreos y Servicios ACSEL S.A.

Por otro lado, en la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) hay un total de cuatro proyectos planteados a desarrollarse, los cuales tendrían un impacto negativo en el único camino de ingreso a la zona, si entraran en funcionamiento todos juntos.

En la cuenca vecina, en el cantón de Matina, se acumulan cuatro grandes proyectos de tres tajos y una extracción de piedra. De ellos, uno estaría ya previsto para la ampliación de la Ruta 32.

La producción de sedimentos es otro de los impactos que tiene en alerta a los ambientalistas, ya que esto puede interrumpir la navegación de los canales, y finalmente el muelle actual de Moín. Esto pues la desembocadura de la Cuenca de Río Blanco es la zona de Moín, donde se encuentran los dos muelles terminales: APM y el muelle administrado por JAPDEVA. La posible sedimentación que conlleve el aumento de concesiones en la zona, no ha sido estudiada en conjunto. Los proyectos se han ido y se van a ir aprobando en SETENA, sin que exista un estudio más completo sobre el impacto total de estos proyectos.

La cuenca del Río Blanco es un sitio estudiado por su gran riqueza en biodiversidad y la presencia de especies únicas (endemismo), así como especies en peligro como ranas, aves y felinos. Comprende 7kms cuadrados, y comprende geográficamente seis ríos. Contiene importantes fuentes de agua, administrados en dos acueductos: oír audio.

Gracias a la investigación permanente de la Fundación Veraguas, que administra una reserva biológica privada en la parte alta de la cuenca, se ha establecido que esta zona alberga menos seis especies en vías de extinción. La minería de materiales, que implica la eliminación completa de la cobertura boscosa para su desarrollo, y puede traer consecuencias nefastas sobre algunas de las especies mencionadas.

*Elaborado con la colaboración por Fernando Bermúdez Kuminev del Departamento de Ejecución y Gestión Ambiental ASADA Río Blanco, Liverpool y Limón 2000 y Edición de Alicia Casas.

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